“My barn having burned down, I can now see the moon.”
Mizuta Masahide (17th century Japanese poet and samurai)

A lo largo de nuestra vida estamos “ destinados” a sufrir pérdidas. Perdemos a personas que amamos, esperanzas y expectativas, y tenemos sueños y planes que nunca se materializan. Estos acontecimientos nos dan la oportunidad de aprender a dejar de lado algunos de nuestros programas y crear otros nuevos. Es clave que nos volvamos flexibles y fluidos para adaptarnos a las nuevas situaciones y sacar lo mejor de ellas. La actual pandemia mundial no es más que una gran metáfora de lo que acabaremos viviendo en la vida.

El vidrio es un material frágil, como lo pueden ser nuestros planes y expectativas. También tiene la capacidad de cambiar su forma mediante el tratamiento térmico. Puede ser sólido o fluido dependiendo de la temperatura que lo rodee. Esta condición se refleja en esta pieza, en la que el calor hace surgir una nueva perspectiva del material tras el tratamiento en el horno.

En esta obra quiero reflejar la belleza de entregarse a los acontecimientos que no podemos controlar y construir un nuevo punto de vista que no es necesariamente más débil o desagradable, sino todo lo contrario.